miércoles, 10 de noviembre de 2010

Mis propuestas de actuación en Los Ejidos Municipales, de 2005

Con este trabajo técnico de 2005, quiero ir añadiendo a este Blogg diversos artículos y publicaciones que he ido desarrollando personalmente, pero con unos intereses ambientales y/o políticos claros. Esa necesidad que tenemos los humanos de hacer llevar unos mensajes a la sociedad, con la ilusión de que se realicen o se ejecuten esas ideas y proyectos, queda plasmada con éste y otros artículos directamente relacionados con el medio rural y ambiental donde normalmente me desenvuelvo.

He querido empezar por este de los Ejidos de Llerena como representación clara de lo que se puede o pudo hacer. Sin embargo, otros personajes, bien lo desechan sin más, o bien lo modifican y encima se los atribuyen, sin reconocerme como impulsor de los mismos.

Juzguen Vdes. el interés o la oportunidad de estas ideas.

 

Al final de cada una de las entradas previstas,  iré actualizando acontecimientos o noticias que se hayan derivado en cada caso.

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ANTEPROYECTO PARA ACTUACIÓN SOCIAL Y CONSERVACIÓN EN LOS EJIDOS MUNICIPALES DE LLERENA.




Índice



Apartados
Contenidos Temáticos
Página



1
Introducción y antecedentes
2



2
Objetivos
4



3
Metodología
5



4
Descripción actual y características físicas y ambientales
6



5
Los usos de los ejidos
13



6
La recuperación ambiental
21



7
Las necesidades en infraestructuras de servicio público
23



8
Conclusiones
25















Plano nº
Título
Escala



1
Evolución histórica en el entorno urbano
1/10.000



2a
Situación de partida (1989)
1/3.000



2b
Situación actual
1/3.000



3
Actuaciones Ambientales
1/3.000



4
Actuaciones en Infraestructuras
1/3.000































1.- INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES

Puede decirse casi con total seguridad, que la mayor parte de la orla urbana y extramuros estaría formada inicialmente por amplios espacios comunales que con el devenir de los siglos se fue apropiando y privatizando. Así, además de alojar ensanches, circunvalaciones y barriadas, eran lugares más adecuados para el control de los ganados domésticos y de la recogida y limpieza de mieses, las eras en el verano.
En la región mediterránea, vinculada a la agricultura de secano y a territorios muy parcelados, la existencia de estos lugares era esencial para la vida cotidiana de pueblos y ciudades.
Es evidente que no son exclusivos de Llerena ni de Extremadura, sino al menos desde el punto de vista demanial y de utilización del espacio, se les presenta herencia grecolatina, independientemente de que en las villae romanas o en los latifundios medievales se extendieran incluso al pie de las fincas o de las parcelas. Pueden existir eras sin ser ejidos que, como se ha indicado, tienen ese carácter peculiar y exclusivo de “terrenos públicos”. En otras culturas este quehacer de los cereales en verano o los pastos ganaderos invernales se tratan de otra forma y tienen otra concepción jurídica 
Si bien etimológicamente ejidos significan “salir” o “exteriores” de las poblaciones, su uso agrícola y ganadero quedó muy prefijado y definido consuetudinariamente. Es en los primeros diccionarios cuando se explicita la localización de las eras y usos del ganado, cuando no se amplía su definición detallándolos como “terrenos públicos”.
Otra acepción más concreta los considera como “terrenos abiertos de la periferia de la población, originalmente de uso y dominio públicos, que han sido históricamente destinados a diversos usos, especialmente las eras agrícolas”. Sin este uso primordial serían dehesas de puro pasto vecinales.
Conviene reconocer que hasta fechas relativamente recientes no han tenido un régimen específico, pues formaban parte de un conjunto ya muy regulado en sus actividades: dehesas, cotos, egidos y otras heredades de las Aldeas y Socampanas. Así en las ordenanzas de Llerena de 1709 quedan citados en numerosas ocasiones e relación con la guarda y custodia de ganados, en el aprovechamiento de las hierbas y pastos o, por ejemplo, con la falta de yeguas durante el verano para la trilla, impidiéndose que las lleven con forasteros por sus mayores precios y que las saquen fuera de las socampanas.

El presente trabajo tiene como cometido esencial plantear desde la Corporación Municipal de Llerena una alternativa concreta y de futuro para los terrenos municipales conocidos como Ejidos de Llerena, como prolongación de propuestas hechas por la ciudadanía al Ayuntamiento en 1989. Hasta mediados del s.XX pueden agruparse los ejidos de Llerena todavía conservados en tres ámbitos espaciales:
  • Cerro de las Eras o Molino de Viento, al norte de la población, con 5,87 ha,
  • Ejido de Campamentos al oeste de la población,  con 24,53 ha y
  • Ejido Grande (las Piedras Baratas) y Chico, al sur de la población, con 16,94 ha.
Sobre estos terrenos, que llegaron a tener antes del desarrollo urbano local unas 47,34 ha, con una amplia e intensa utilización a lo largo de la historia, procede recapitular en parte sus fines en el momento actual, principalmente como espacio de conexión con la ciudad, manteniendo y mejorando sus valores ambientales. Estos nuevos usos constituyen su principal aval de futuro, tanto por su calidad paisajística como por su estrecha vinculación a los habitantes de Llerena. En el Plano nº 1 sobre Evolución Histórica en el Entorno Urbano del Anexo Cartográfico se localizan los ejidos de Llerena, resaltando en trama de color el Ejido Grande sobre el que se hacen las propuestas  que siguen, objeto del presente anteproyecto y la delimitación actual del Suelo Urbano.


Por tanto, es intención de la Corporación Municipal el mantenimiento de estos espacios de ocio de la corona sur de la ciudad, mejorando sus potencialidades actuales con nuevas ideas y actuaciones, tanto medioambientales como infraestructurales.
De esta forma, tras unos periodos ya pasados con continuadas vinculaciones al crecimiento urbanístico, su orientación ha de destinarse hacia usos sostenibles y respetuosos con la calidad de vida de los habitantes y con el medio ambiente local en un entorno paisajístico sin igual.
Por otra parte, se pretende que, Llerena, como referente extremeño de población agraria y rural que se transforma hacia nuevas formas de desarrollo, plantee -mediante el tratamiento específico de los ejidos- una metodología y una experiencia válida para otras localidades limítrofes y del conjunto regional, donde aún se encuentran relativamente conservados.
Foto con piedras al fondo 


2.- OBJETIVOS

En las últimas décadas –especialmente a partir de 1980- estos terrenos públicos han permanecido entre la indiferencia administrativa hacia su manejo y una degradación en la conservación. Esta regla general, por evidente, tenía ciertas excepciones consistentes en la usurpación (no siempre justificada) para fines sociales de estos terrenos públicos; hecho patente en autorizaciones de uso y diversos contratos o cesiones de suelo de dudosa rentabilidad social y que con cierta frecuencia se produjeron.
Esta situación pasada debe tomar, en los momentos actuales, una inflexión bien distinta y no otra que su conservación y manejo adecuados para conseguir un espacio periurbano de calidad y disfrute para la población del presente y del futuro. Una premisa ha de contener cada actuación posible: la sostenibilidad en el medio físico y en el tiempo (este término hace referencia a un crecimiento económico susceptible de satisfacer necesidades de nuestras sociedades en términos de bienestar, a corto, medio y largo plazo. Por otra parte establece la hipótesis que el desarrollo debe responder a las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de  las generaciones futuras). Esto ha de venir refrendado con los objetivos de conservación en el municipio bien patentes en la Agenda 21 Local recientemente aprobada para el municipio llerenense.
En este sentido, conviene analizar de una forma general los usos y aprovechamientos actuales en relación con otros alternativos que deben cumplir una regla básica: su compatibilidad con los ya tradicionales que, se sabe ciertamente, son garantía de su mantenimiento.
Mediante una tabla, en el capítulo 5.4 se analiza la relación de compatibilidad realizada tras un análisis comparativo de los usos posibles, matizando su impacto en la conservación. Cada uno de ellos, que se comentarán más adelante, ha de cumplir dicha premisa anterior, concretada en los dos objetivos que siguen:
  • Plantear usos alternativos concurrentes con los usos más habituales entre los que ha venido disfrutando la sociedad llerenense, de forma que no choquen ni creen inconveniencias ni incompatibilidades, pudiéndose realizar aquellos más idóneos y eliminar paulatinamente los más perjudiciales a los fines propuestos.
  • Garantizar la conservación para el futuro, de forma que los usuarios de las sociedades venideras (locales o vecinas) tengan un referente claro del buen hacer y de una planificación ambientalmente positiva hacia unos espacios públicos y naturales de alta calidad ambiental. Las actividades posibles, desarrolladas previsiblemente mediante unas ordenanzas particulares, habrán de ser sostenibles en sí mismas o de forma sinérgica (complementaria) con otras posibles.
Por tanto habrán de desterrarse algunas prácticas incompatibles y que de forma recurrente se han sucedido (como vertidos urbanos y de obras), nuevas cesiones de suelo a manos particulares o sociedades (privatizadoras de uso), movimientos o taluzados del suelo, aperturas viarias, etc.



3.- METODOLOGÍA

Ante la ausencia de estudios específicos y de tratamientos generales sobre esta temática, se procedió, ya desde 1989, a un levantamiento directo de la información y de construcción de planimetría específica.
En este sentido, además del pertinente trabajo de campo relativo al medio físico y a numerosas entrevistas a informantes, se ha contado con:
  • Información municipal de expedientes de ejidos.
  • Planimetría de la Concentración Parcelaria de Llerena de 1972.
  • Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal.
  • Bibliografía dispersa.

Se parte de un referente fundamental, cual es la propuesta realizada al Pleno en mayo de 1989 por la entonces Candidatura Independiente de Izquierda de Llerena denominada “Plan de Acción en los Ejidos Municipales”. En ella se detallaban acciones tendentes a conservar el conjunto de las eras y a realizar infraestructuras que aseguraran un uso social que evitase un deterioro ya patente y manifiesto por la inactividad municipal. La iniciativa actual pone en evidencia que dichas propuestas no fueron llevadas a cabo, por lo que se establece una nueva oportunidad de acción.
Tomando esta referencia documental, el análisis que ahora se realiza parte de este momento –año 1989- para tener en consideración el importante salto urbanístico, a la vez que deterioro general, que se realizó a partir de esta fecha y, especialmente, en los años del siglo actual.
En el Plano 2a de la Situación de Partida (1989) del Anexo Cartográfico aparecen tanto la periferia urbana de entonces como la planimetría y los caminos existentes, junto a los linderos y la localización especial de las Piedras Baratas.


4.- DESCRIPCIÓN ACTUAL Y CARACTERÍSTICAS FÍSICAS Y AMBIENTALES

4.1.- Descripción Actual

Los tres ámbitos comentados de los ejidos municipales de los años 50 han tenido un devenir ciertamente diferenciado y que desde una perspectiva de análisis forman también tres unidades diferenciadas.

Ejido del Molino Viento o Cerro de las Eras
De un lado el “Ejido del Molino Viento o Cerro de las Eras”, denominado así porque existió un molino eólico en tiempos pasados. Al ser una zona elevada junto a la población constituía un lugar ideal para el establecimiento de las eras en verano. De las 5,87 ha iniciales en 1950 se detrajeron como ejidos para vertedero de basuras y una parte importante para la construcción de estercoleras agrícolas. En estas se extraían los purines y se racionalizaba su ubicación en las proximidades de la población. Su duración llegó hasta comienzo de los 70 cuando se cedieron –sin cláusula de reversión- para el establecimiento de una fábrica de maderas para parquet. Tras años de inactividad y posterior subasta dichas naves se han reutilizado para empresas privadas con diversos fines. En su mayor parte son actualmente suelo urbano.
Además de su partición física por la antigua trinchera practicada a primeros del s.XX para la Carretera de Castuera, la realización de la variante de la CN-432 ha vuelto a diseccionarlos en más partes (3) la porción restante tras la privatización comentada.
Aunque perduran espacios públicos como pastos, su uso social actual es nulo constituyendo terrenos residuales sin apenas capacidad de actuación municipal.

Ejido de Campamentos
Al oeste de la población entre olivares y tierras de cultivo y la población se situaba el paraje conocido como Campamentos, llegando a incluir hasta 24,53 ha entre la carretera del Culebrín y el Camino de La Albuera. Son los espacios públicos que más alteración urbanística y ambiental han tenido en las tres últimas décadas, aunque desde mediados del s.XIX allí se instaló el Cementerio Viejo (entonces alejado de la población).
Además de vertidos de obras de la población, práctica ya generalizada, se acordó el consorcio para repoblación forestal de eucaliptos con el antiguo ICONA (hoy SOF). Dicho acuerdo se extinguió hace unos años sin apenas rentabilidad económica para el municipio. En la etapa inicial de las plantaciones, que supusieron un amplio acotamiento para pastos y usos públicos, se llegaba incluso a sembrar cereales.
En ellos se iniciaron las construcciones de casas baratas y populares, de obras sindicales o de beneficencias religiosas. En una parte forman unos ensanches y barriadas ya consolidadas y colmatadas con el recinto ferial. En otra zona, hacia 1970 se inicia la construcción del Instituto de Bachillerato, cediendo los terrenos a la administración de enseñanza. Posteriormente, se ha urbanizado algunas zonas para usos deportivos y de ocio (piscina municipal, pistas…) o industriales (naves industriales…), estando pendientes los terrenos aún vacíos para nuevas actuaciones deportivas. En estos ejidos las anteriores NN.SS. de planeamiento desarrollaban un modelo de ciudad dispersa que en la actualidad se continúa reforzando más.

Ejidos Grande, de las Piedras Baratas y Chico.
Aunque han tenido el mismo uso agrario que los demás, su posición urbana más marginal y una utilización constante en las últimas décadas como emplazamiento final de las eras del verano, han permitido una perpetuación menos gravosa en sus características naturales. Puede decirse que son los últimos Ejidos de Llerena, de la comarca y del sur de la provincia, por lo que el conjunto de actuaciones previstas objeto de este anteproyecto vienen a reforzar su conservación e impulso para usos sociales.
En los últimos años y en la actualidad siguen realizándose operaciones urbanísticas en sus zonas borde pero mantienen su integridad y funcionalidad iniciales. En gran parte se debe a la potencia y profundidad visuales y al propio simbolismo histórico de las Piedras Baratas, crestón de rocas cuarcíticas o guijarros que dominan estos ejidos. Forman un mirador natural hacia la Sierra de San Miguel y la ciudad de Llerena.
Como rodean espacios urbanos hasta hace poco marginales (Calle Ancha, Arrabales y San Pedro), algunos usos y actividades han deteriorado el suelo y el paisaje, aunque son claramente reversibles y objeto de las actuaciones aquí previstas. Hasta hace bien poco, estas 17 ha. mantenían una unidad de uso, con tapias y paredes sin encalar, portalones y puertas pintadas (con o sin dinteles), caminos sin zahorras y rellenos, desagües bien organizados, cercados perimetrales conservados (a excepción de las parcelas de Los Huérfanos), etc.
En el Plano 2b de Situación Actual del Anexo Cartográfico aparecen destacados en colores las diversas actuaciones urbanísticas (calles, zonas verdes…) y las infraestructuras (sociales, ganaderas…) que se han realizado recientemente. Igualmente se han resaltado las últimas edificaciones y parcelaciones del entorno.
Cabe señalar que las recientes obras públicas (calles, nuevo acceso, redes eléctricas…) han deteriorado bastante la imagen y conservación que aún perduraba, cuestión que debe superarse sin demora.
Un análisis comparativo entre ambos planos y fechas concluye sin mayor duda que esta dinámica de operaciones urbanas, cesiones y obras nuevas no es compatible con otras actuaciones en pro de su conservación como espacio singular al servicio de la población. Más bien, ha de reconocerse un proceso de extinción en sí mismos y de absorción urbana que debe cuestionarse si se opta por un cambio estratégico en su concepción como espacios públicos.
Además, considerando que las Normas de Planeamiento en su ejecución y gestión diarias, junto a las numerosas operaciones inmobiliarias existentes en la población, ya no tiene sentido ampliar la presión sobre estos ejidos como terrenos edificables, toda vez que las mayores actuaciones públicas se han realizado o se prevén en los ejidos anteriores, los de Campamentos.
Procede, por tanto, liberar definitivamente de la presión urbana a las Piedras Baratas, dedicándolas a otros usos y sistemas que la población sin duda se merece y que se esbozan en este Anteproyecto.


4.2.- Características Físicas y Ambientales

Se detallan aquí las características naturales más significativas en relación a las propuestas que se realizan, dejando para otro estudio específico -por su interés y singularidad-, un análisis ambiental más detallado de los ejidos municipales. La descripción que sigue está referida al Ejido Grande de las Piedras Baratas y Chico, objeto de este anteproyecto.

Suelos y geología:
Los suelos sobre los que se desarrollan los ejidos pueden ser de cualquier tipo, arcillosos, rocosos o empedrados, pizarrosos o calizos, en relación con la geología subyacente. En el caso de Llerena, los alrededores de la población son esencialmente pizarrosos en transición con cuarcitas, más pétreas e inalterables. Las pizarras que caracterizan el piedemonte de la Sierra de San Miguel y de parte de la campiña son muy alterables en superficie, por lo que las tierras del entorno han sido fácilmente laboreados alcanzando de forma natural una profundidad entre 10-50 cm. Los afloramientos de cuarcitas han generado un domo o elevación donde sobresale el peñón de las Piedras Baratas.
La ausencia de roturación agrícola es una constante en los ejidos por lo que, además de tener una estructura vertical con los horizontes edáficos bien definidos, la aportación natural de materia orgánica es elevada con una mineralización lenta. En comparación con las tierras de cultivo del entorno presentan las siguientes diferencias cualitativas que derivan, lógicamente, en un desarrollo de flora y fauna características:


Parámetro
Valor en los  Ejidos
Valor en cultivos próximos
pH - acidez
 6,5 a 7 (más ácidos)
7 a 7,5 (más básicos)
Materia orgánica
3,5 a 4,5 (muy alta)
1 a 1,5 (baja)
Conductividad
0,4 (baja)
3 (alta por los abonados)
Carbonatos totales
Bajo
Muy alto

Flora
La utilización ancestral de estos espacios agroganaderos ha provocado que las especies vegetales asentadas y que perduran, lo sean gracias a una alta especialización frente a ciertos hechos característicos:
a)      Al extenso y continuo majadeo del ganado (pisoteo y estercolado continuo) durante gran parte del año con la venta periódica de los pastos.
b)      La resistencia y adaptación de ciertas especies a la siega y a la corta continuas por el ganado, generando especies cespitosas (que rebrotan de tallo o raíz tras ser comidas), son las responsables del tapiz continuo y muy bajo de la vegetación.
c)      No existen arboledas ni matorrales que entorpecerían las tareas de las eras veraniegas y serían comidas por los ganados, especialmente por las cabezas mayores (bovinos y equinos).
Las especies presentes son muy abundantes, tanto por la naturalidad de los suelos como por las aportaciones de semillas adventicias que se aportan cada año con los granos y que sucumben rápidamente al ganado. En la relación que sigue se agrupan por familias, destacando en negrita las más representativas y características, y subrayadas las que forman césped:
Ciperáceas: juncia (Cyperus olivanus)
Compuestas: diente de león (Taraxacum officinale), cardo corredor (Eryngium campestre), borriqueros (Silybum marianum) y común (Echium vulgare), achicoria (Cichorium intibus), calendula (Callendula arvensis), cerraja (Sonchus oleraceus), lechugueta (Lactuca serriola), margarita (Bellis perennis)
Crucíferas: jaramago (Sisymbrium erysimoides), paniqueso o bolsa de pastor (Capsella bursa-pastoris)
Gramíneas o Poáceas: Cebadilla (Hordeum murinum), espiguilla (Poa annua), Poa (Poa bulbosa), avena loca o ballueca (Avena fatua), grama (Cynodon dactylon),
Iridáceas: Iris (Iris sysynichum), cólquico de otoño (Colchicum lusitanicum), scilla (Scilla autumnalis)
Plantagináceas: Llantén mayor (Plantago mayor) y plantaina (Plantago lanceolata)
Otras especies: malva común (Malva sylvestris), ortiga (Urtica urens), vinagrera de paredes (Oxalis acetosella), amapola ( Papaver rhoeas)

 Foto de Iris sysynichum

Fauna
La fauna existente en los ejidos es muy variada, aunque no muy abundante en las clases superiores de vertebrados. Como suele ocurrir, los gusanos o los insectos, aparte de poco estudiados, son abundantísimos en estos prados naturales donde el majadeo es constante, teniendo una función básica en los ciclos de la vida. Se relacionan algunas especies más características:
Aves: Golondrina (Hirundo daurica), vencejo (Apus melva), gorrión común (Passer domesticus), jilguero (Erithacus rubecula), abubilla (Upupa epops), cogujada (Galerida cristata), paloma común (Columba palumbus), tordos (Turdus merula), milano negro (Milvus migrans), lechuza común (Tyto alba),
Mamíferos: topo (Talpa europaea), ratón de campo (Apodemus sylvaticus),
Moluscos: caracoles (Helix aspersa) (Rumina decollata), cabrillas, babosas
Reptiles: lagartija común (Lacerta muralis), lagarto ocelado (Lacerta lepida),
Además de la presencia ocasional de murciélagos, erizos, zorros, ratas, etc.
 Foto de  Lacerta lepida<쪬Ϻ>

Paisaje
La principal característica paisajística viene dada por la singularidad de materiales geológicos diversos que conllevan, una alta calidad intrínseca, con altos potenciales visuales y profundidad de campo. El pizarral en contraste con las peñas cuarcíticas ofrece un relieve de suave pendiente que es la clave principal  de los ejidos.
El paisaje que se genera en los ejidos municipales es, sobre todo, estacional. Dentro de este patrón temporal, los contrastes con el entorno son característicos pues el ciclo estival en más lento que los cultivos del entorno, siendo frecuente los rebrotes veraniegos en la vegetación. Se puede decir que existen dos momentos que son el cúlmen paisajístico de los ejidos, uno a comienzos del otoño y otro muy entrada la primavera:
  • Las primeras lluvias del otoño (10-30 de septiembre) hacen brotar los cólquicos. Estas plantas bulbosas de color rosa florecen súbitamente, ofreciendo un panorama singular, especialmente en las zonas con menos profundidad en el suelo y pedregales. Los rodales que así surgen son muy llamativos y específicos de los ejidos.
  • A mediados de la primavera, con las frecuentes lluvias de abril, el suelo se “ciega” de hierbas de hoja ancha, las compuestas, floreciendo simultáneamente los dientes de león (amarillos) que contrastan con las margaritas (blanco-rosado).
La elevación de las Piedras Baratas genera un amplio y completo campo visual (360º), pero son más relevantes las vistas hacia el norte y este (población y campiña) y hacia el sur y oeste (la Sierra de San Miguel). Este mirador natural posee un potencial de uso enorme, a desarrollar dentro de un programa de educación ambiental más amplio.
El valor paisajístico es por tanto, doble, pues la calidad desde dentro (intrínseco) es tan notable como las apreciaciones desde fuera (extrínseco), ya que destaca positivamente en el entorno urbano como gran espacio no roturado, desarbolado y con personalidad propia.
Foto de cuesta verdecida

Infraestructuras
Cabe señalar que los Ejidos de las Piedras Baratas han estado casi completamente liberados de afecciones de infraestructuras y otras redes. Salvando el depósito y las conducciones y de agua potable (antiguas y nuevas), junto a una red eléctrica, puede decirse que constituían un espacio diáfano y carente de impactos. Dado su carácter agrario y periurbano, contaban con numerosos caminos de tierra que aseguraban las conexiones hacia la Sierra, las poblaciones del entorno, los Molinos y demás predios rústicos del sur del término.
Los desarrollos recientes generaron las siguientes infraestructuras y construcciones:
  • Construcción de un enlace directo asfaltado entre la Calle de Los Ladrillos y la carretera del Culebrín (EX-103). Urbanización y acerado en el margen urbano. Esta construcción conllevó un vertedero de rocas al pié de la Piedras Baratas.
  • Nueva calle junto al Huerto viejo de Petaca.
  • Nueva Calle que rodea la nueva urbanización San pedro (Huerto de Los Huérfanos) y drenajes del depósito.
  • Pequeña zona verde en el extremo de la C/ Ejido.
  • Reparación de camino hacia el Cerro Ventoso.
  • Pilar para abrevadero de ganados locales con conexión al depósito de aguas.
  • Cesión de terrenos para parque de maquinaria de la Diputación Provincial.
  • Cesión de terrenos para la asociación Alucod con actividades hortícolas de reintegración social.
  • Conducción eléctrica soterrada para la urbanización del Huerto de Petaca.
  • Conducción eléctrica soterrada para la urbanización San Pedro.

Fotos de acopios de piedras






5.- LOS USOS DE LOS EJIDOS

Toda propuesta de intervención pública en un espacio o territorio dado ha de venir acompañada, tanto por el estudio y reflexión directa de los usos preexistentes como de su manejo histórico, con objeto de garantizar la incardinación de las nuevas actuaciones.
En este sentido, a continuación se resumen los principales usos documentados o existentes para, posteriormente, analizar los nuevos usos alternativos y su grado de adecuación

5.1.- Usos históricos.

Si bien los usos y aprovechamientos históricos de los ejidos municipales eran muy pocos, es cierto que, salvo periodos muy concretos, la utilización de los mismos ha sido general, sin unas ordenanzas estrictas y dentro de un sabio manejo que conllevaban una intuitiva sostenibilidad natural. Se apuntan los más importantes.
Pastoreo en invierno y primavera.
Tras las eras del verano que podían prolongarse hasta septiembre algunos años (hoy apenas duran una semanas) las primeras lluvias otoñales hacían brotar las hierbas y, especialmente, el césped. La estancia de rebaños y de los ganados de labor en este periodo de obligado descanso posterior a la recogida de granos y pajas, se suspendía mediante el acotamiento de los ejidos. Era una medida lógica para asegurar los enraizamientos y brotes de las plantas y “reservar” las hierbas hasta las subastas.
Este momento se evidenciaba mediante encalados de las rocas y cercados perimetrales, además de cruces blanqueadas en las tapias. La guardería rural, o la policía municipal en mayor o menor grado, hacían efectivo este resguardo que, en ningún caso, hacía incompatible el trasiego de ganados, carruajes y vehículos por su interior.
A finales de año, según conviniera, salían a pública subasta las hierbas, mediante la apertura de las ofertas presentadas por los ganaderos locales que, generalmente, realizaban a la baja. Los ingresos que así obtenía el Ayuntamiento se destinaban directamente a gastos corrientes, sin pensar o plantearse una mejora o reinversión en los mismos. Con la crisis agraria de los años sesenta y setenta, la escasez de ganaderos y la falta de interés por los ejidos fue decayendo este aprovechamiento, hasta el punto de no realizarse ya desde los años noventa. Por otra parte el interesado, por su propio interés, debía guardar y hacer efectivo este acotado de hierbas.
El aprovechamiento de las hierbas se extinguía de forma automática y natural en junio, además de su propio agostamiento, por la instalación de las eras y comienzo de la trilla.
Colocación de las eras en verano
Tal como se ha indicado, los labradores tomaban posesión de sus eras antes de la saca de las gavillas de habas o vezas, siguiendo luego la de los haces de cereales. Este momento se garantizaba con la siega o roza de cardos, jaramagos  y de hierbas altas. La etapa de la recolección que seguía a la de la siega en campo, era también dura, con los trabajos al sol, manejo de bestias, transportes de granos y pajas, cuidados nocturnos, etc, pero formaba parte de un rito colectivo en el que concluían otras etapas del año.
Su posición en lugar abierto y en ligera pendiente permitía una fácil circulación de los vientos para “la limpia” de las mieses trilladas. El peor de ellos, “el solano” o viento seco del levante muy poco efectivo, contrastaba con otros mejores que había que aprovechar por su eficiencia, “el gallego” o del norte y el de “la mar” al sur o de “la sierra”, que eran más constante y frescos.
Cada agricultor, individualmente o en grupos familiares, tenían y tienen reservados espacios concretos que están señalados bien por rocas semienterradas y someras, bien por alineaciones y cruces de caminos. Esta circunstancia era tan real y posesiva que a veces estos derechos se vendían o permutaban entre sí.
De hecho, existía de antiguo un “padrón de eras” por el cual el Ayuntamiento recaudaba año a año unas tasas por utilización de las mismas. Como se producían algunas variaciones anuales era preciso comprobar las superficies ocupadas de vez en cuando. Al igual que con las hierbas, estos ingresos se destinaban a gastos corrientes, ya que las eras no necesitaban ningún mantenimiento público, pues ya lo hacían los interesados.
Cada año la superficie dedicada a las eras mengua, no sólo por la generalización de las cosechadoras que producen granos casi limpios, sino por la comodidad de los agricultores en transportarlos directamente a locales propios o hasta los lugares de venta. Aún así la etapa de las eras constituía, antes más que ahora, un espacio de relación, de ayuda solidaria, de mercado, de trasiego incesante de bestias, carros, remolques, tractores y, sobre todo de personas en diferentes edades y ocupaciones. Cualquier persona, niño o viejo en disposición de trabajar, encontraba dedicación.
Estancia de ganados de labor, carruajes, y aperos pesados junto a caminos y cercas
Muchos de los ganados de labor, al menos de las casas de agricultores más próximos, se ataban en los ejidos para aprovechar las soleras de las eras y para no tenerlos encerrados en momentos de escaso trabajo y siempre que no estuvieran acotadas las hierbas.
Igualmente, los aperos y enseres mayores como carros y remolques se dejaban en los ejidos sin mayor problema, ya que existía un respeto general y una guarda colectiva. Esta circunstancia ha cambiado recientemente (2003), de forma que se ha conminado a los dueños a retirar los aperos depositados, limitando una costumbre y posesión colectiva  sin justificación alguna. Por el contrario, se toleran depósitos de chatarras, hierros, materiales de construcción y vertidos.
En tiempos recientes, con el aumento de la cabaña vacuna frisona de los años sesenta y setenta de Llerena, comenzaron a proliferar las estercoleras al extinguirse las existentes en el Molino de Viento, hecho comentado con anterioridad. Este depósito al aire libre, que no generaba rentas municipales, permitía la fermentación del estiércol hasta su reparto y extendido otoñal sobre las parcelas. La ausencia de la más mínima organización deterioraba en gran medida los pastos e inhabilitaba sus entornos para otros usos. En la actualidad es una práctica testimonial.
Ocio y deportes de población local
Al mismo tiempo que se realizaban estos usos y aprovechamientos mayores, se han reservado ciertas zonas para la práctica del fútbol juvenil, atendiendo a su planitud y buen césped. En épocas más lejanas se realizaba en la era de Los Laderas y Cabezas, junto a San Pedro, y desde hace algunas décadas en la de Evaristo, en llano central del Ejido Grande.
Los conflictos con los pastores en los días de mayor afluencia eran un hecho habitual, sin que consten incidentes de importancia.
Por otra parte –y sin duda como práctica de ocio más habitual en Llerena junto a la visita a al estanque de La Albuera-, la estancia en las Piedras Baratas sigue significando una actividad de autoafirmación e identidad local. Los paseos entre cada una de las masas rocosas que incluso cuentan con designaciones propias, junto a las sensaciones de este gran espacio mirador, abierto y natural, constituyen experiencias inolvidables especialmente en invierno y primavera.

5.2.- Otros usos recientes y/o actuales.

Si bien en cierta medida algunos han existido desde hace mucho tiempo, su falta de continuidad y generalización social los hace incluirlos en este grupo.
  • Recogida de hongos (champiñón silvestre) en otoño tras las primeras lluvias. Práctica limitada a pocas familias o personas conocedoras que cuidaban de retener las localizaciones de los micelios o “roillos” donde surgían.
  • Barredores de las eras. Normalmente se dedicaban a esta faena marginal algunos jornaleros sin trabajo que poseían animales, sin que supusieran ganancias de consideración, pues los labradores acostumbraban a barrer las soleras al terminar sus faenas de limpia.
  • Rodeos de ganado. En algunas ocasiones se celebraban en el Ejido de Los Huérfanos los rodeos de San Miguel, juntándose paisanos y forasteros para la compra o trueque de équidos, siempre a pleno sol. Esta actividad decayó definitivamente en los años ochenta.
  • Tiro al plato. Esta afición de cazadores se remonta sólo unas décadas y se realizaba en zonas de pendiente favorables. Creaba problemas de suciedad por los restos dejados y la abundancia de plomos para los ganados. Con la compra de unos terrenos en la Carretera de Cantalgallo, esta nefasta actividad se desterró totalmente de los ejidos.
  • Carreras juveniles de bicicletas y bajadas por las cuestas. Eran frecuentes las competiciones y carreras en los que además del tiempo de bajada intervenía la pericia del ciclista para no caerse.
  • Botellones. En ciertos periodos se producen botellones fuera de la población, siendo las Piedras Baratas un lugar preferentemente escogido. La problemática esencial de este ocio no sólo deriva de la deplorable costumbre de no recoger los vidrios y envases, sino estrellarlos en las piedras, con lo que el peligro real generado va en claro detrimento de otro ocio más blando y natural.
Foto de suelo con cristales


  • Golf. Algunos grupos de jóvenes en los setenta introdujeron este deporte que, habida cuenta de su originalidad, no produjo incidencias pese a sus riesgos en este espacio tan abierto y frecuentado de población.
  • Depósito de materiales de construcción. Con ciertas obras públicas (reparación de murallas, acceso a C/ Ladrillos…) o por práctica de particulares se han acopiado materiales de construcción que, a la larga afectaban al uso ganadero y de conservación de los ejidos. La ausencia hasta ahora de criterios propiamente ambientales en el Ayuntamiento ha tolerado estas acumulaciones que son una de las causas graves del deterioro paisajístico y ecológico.
  • Cerramientos. A diferencia de otras poblaciones como Ahillones o Villagarcía, los ejidos de Llerena no han estado cercados y no existen alambradas interiores, salvo recientemente las de la periferia agrícola en las que esta práctica es generalizada sobre cercados de piedra antiguos.

5.3.- Nuevos usos alternativos.

Corresponde, tras esta enumeración descriptiva de los usos y actividades existentes, analizar nuevas alternativas de utilización en los ejidos municipales.
Además de formalizar un conjunto de ordenanzas y establecer un modelo de gestión adecuado que destierre algunos de estos usos y fomente otros, los momentos actuales han de pasar por la conservación de este espacio singular –ya residual- para el futuro, haciendo compatibles otros de clara tendencia medioambiental.
Se trata, además de perpetuar en la medida de lo posible aquellos usos y aprovechamientos claramente beneficiosos para este agroecosistema, de introducir otro enfoque mucho más ambicioso y generalista. Se plantean dos opciones que tendrán un mayor desarrollo en apartado posterior.
  • Ceración de un Parque Periurbano dentro de las tipologías previstas en la Ley 8/1998 de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura.
  • Creación de un parque municipal como gran zona verde que sería el principal Sistema General de Espacios Libres de la comarca.

5.4.- Criterios de compatibilidad e idoneidad de los usos actuales o previstos.

Mediante una sencilla tabla de compatibilidad se determinan de los quince usos comentados aquellos más idóneos para las características físicas y ambientales existentes, frente al objetivo prioritario reconservación del espacio y dentro de los criterios de sostenibilidad apuntados al comienzo.
Así pues, en la tabla síntesis que sigue se atribuye el signo (+,0,-) atendiendo a la capacidad de reposición de la vegetación y/o recuperación de las características paisajísticas previas a la actividad. Es decir, si es beneficiosa, nula o negativa. Esta valoración cualitativa se deriva de lo relacionado en apartados anteriores.
Igualmente, el grado de compatibilidad de los usos se refiere al beneficio social o de la utilización pública que adquiría dicha actividad, bien de tipo tradicional o actual. Evidentemente también influía en la reposición y mantenimiento de la vegetación.
Para la determinación del coste de los usos relacionados se considera lo siguiente:
  • ”nulo” si no afecta económicamente de ninguna forma;
  • “muy bajo” si es sostenible de por sí mismo, sin inversiones previas salvo por ejemplo la guardería o visitas de la policía para su custodia en ciertas épocas y sin que haya riesgos o peligros a la población;
  • “bajo” cuando conlleva cierto coste de organización y reposición, limpieza o ciertos riesgos aunque sean escasos y su uso continuado conlleva un deterioro;
  • “medio” si se alteran las características del suelo o vegetación, además de riesgos a la población si no se toman medidas específicas de protección, aunque con fácil reversibilidad y
  • “alto” si su corrección o implantación suponen gastos reales y cuantiosos a la comunidad o bien incompatibilizan algunos de los considerados históricos.


Tipo/Grupo
Identificación
Signo
Compatibilidad
Coste
Históricos
Pastoreo en invierno y primavera
+
Muy alta
Muy bajo

Colocación de las eras en verano
+
Muy alta
Muy bajo

Estancia de ganados de labor, carruajes, y aperos pesados junto a caminos y cercas
0
Alta
Nulo

Ocio y deportes de población local
+
Alta
Bajo
Recientes
Recogida de hongos
+
Media
Nulo

Barredores de eras (1)
0
Media
Nulo

Rodeos de ganado
0
Alta
Bajo

Tiro al plato (1)
-
Muy Baja
Medio

Carreras juveniles de bicicletas
0
Media
Bajo

Botellones
-
Muy Baja
Alto

Golf (1)
0
Media
Medio

Depósito de materiales de construcción
-
Baja
Bajo

Cerramientos
-
Muy Baja
Medio
Alternativos
Parque periurbano regional
+
Muy alta
Alto

Parque municipal
+
Alta
Alto

(1) Desaparecidos en la práctica, independientemente de su idoneidad

5.5.- Conclusiones sobre la ordenación ambiental y usos compatibles de los ejidos para el futuro.

Cualquiera de las dos actuaciones alternativas que se concluyen de este estudio han de pasar por un plan de actuaciones medioambientales y, de otro lado, por un plan de desarrollo infraestructural.
En primer lugar hay que subrayar el carácter de suelos públicos municipales, por lo que habrán de realizarse actividades o utilizaciones del suelo que redunden en la mejora social de la población llerenense en particular y extremeña en general.
En segundo lugar resalta su carácter testimonial como restos de un sistema ancestral de propiedad en el conjunto regional de forma que, además de sus connotaciones botánicas, históricas y paisajísticas forman un referente de identidad e idiosincrasia muy singulares. Por esta razón debe derivarse –como principio de actuación mencionado en el final del apartado 4.1- su exclusión para nuevas actividades urbanísticas o infraestructurales de la población a los efectos de los ejidos Grande y Chico.
En tercer lugar, atendiendo a sus valores naturales y paisajísticos en una sociedad cada vez más exigente con el medio ambiente, de acuerdo con los criterios de las Agendas 21 (Local y Provincial), de la posición de Llerena como cabecera comarcal y de las posibilidades de la Ley de Conservación de la Naturaleza de Extremadura, se deriva una nueva política de protección y actuación directa para su conservación y manejo públicos. Se trata pues, de desarrollar e implantar un referente regional en la gestión de espacios municipales con fines sociales y ambientales.
Entre los usos alternativos mencionados se plantean dos acepciones que se pueden considerar concluyentes en los mismos fines: conservación de este agrosistema para uso social y promoción de su paisaje intrínseco en el contexto regional.

Parque Periurbano de Conservación y Ocio de los “Ejidos y las Eras de Llerena”
Un Parque Periurbano en el contexto de la citada ley en estos terrenos municipales quedaría englobado bajo esta tipología de protección en la Red de Espacios naturales extremeños (art. 23), atendiendo  que:
  • “…son espacios relativamente próximos a los núcleos de población en los que se aúnan la conservación de la naturaleza y su uso para actividades socio-recreativas y que, por sus singulares valores ambientales o naturales de interés local sean merecedores de esta figura de protección…”
  • “…deben estar dotados de las infraestructuras adecuadas para permitir una utilización intensiva por la población  a la que se destina, sin poner en peligro su mantenimiento…”
  • “…su declaración se realizará, en su caso, a instancia de las entidades locales”.
  • “… el uso predominante de índole socio-recreativa debe compatibilizarse con la sensibilización y educación de los usuarios, así como con el mantenimiento o recuperación de sus valores naturales”.
  • “…estos espacios se reservarán particularmente ante cualquier acción urbanística que pueda poner en riesgo su existencia, la preservación de sus recursos y valores naturales o la compatibilización de la práctica del ocio, la conservación de la naturaleza y la educación ambiental”.
Esta declaración, así como la prevista en el apartado siguiente ha de considerar estos terrenos como Suelo No Urbanizable Especialmente Protegido, con el fin de garantizar los fines y establecer pautas de conservación. Para ello sería conveniente, aunque no necesaria, la Modificación Puntual del Planeamiento Municipal, de forma que tanto la población conozca este cambio de estatus jurídico como para cambiar su régimen de suelo.
Cabe señalar que en el contexto poblacional más próximo a Llerena se han declarado en los últimos años diversos parques periurbanos, donde las diferentes administraciones invierten y tutelan para su conservación natural y disfrute públicos. Algunos ejemplos:
ü     “Las Quinientas” en Berlanga con pinar, muestra zoológica y zona de ocio con albergue y restaurante.
ü     “La Sierra”, monte público de Azuaga con eucaliptal en reconversión hacia encinar, con monterías, caza menor, turismo rural y pesca deportiva.
ü     “Pisa Caballo” en Cabeza la Vaca, dehesa y zonas de esparcimiento local.

Sistema General Verde y de Espacios Libres en el municipio de los “Ejidos y las Eras de Llerena”
La Ley del Suelo califica los sistemas dentro de los objetivos y servicios a los que se destina, comprendiendo la población o fragmento de habitantes que sirve. Dado que no puede entenderse –como tampoco La Albuera o Los Molinos- que se destine a los habitantes más próximos, y es voluntad de la Corporación dotar a este espacio público para fines municipales (e incluso comarcales, dada su singularidad), ha de concebirse como Sistema General de Espacios Libres a la vez que Zona Verde, cuestión avalada por su trayectoria y uso histórico.
Por supuesto, ha de satisfacer las demandas de disfrute y descanso poblacional, a la vez que permitir los usos ya existentes, previa ordenación y creación de las infraestructuras necesarias para conseguir estos fines.
En este sentido, tanto como Parque Periurbano, como espacio en Suelo No Urbanizable dentro del Sistema General son necesarias un conjunto actuaciones, tanto medioambientales como de infraestructuras, que permitan:
  • recuperar los valores ambientales,
  • ordenar los usos más adecuados posibles,
  • mantener su consideración como espacio abierto y diáfano,
  • permeabilizar los itinerarios y recorridos habituales, cerrando otros innecesarios,
  • mejorar la precaria relación de uso social, haciéndola mucho más intensa y generalizada, y
  • constituir un referente regional de adecuación de espacios públicos degradados.

Para abordar estos objetivos se prevén dos grupos de acciones más inmediatas consistentes en:
1.            Acometer una adecuación y recuperación ambiental general que potencie el uso social.
2.            Realizar una serie de infraestructuras relacionadas con el saneamiento y circulación de las aguas, el sistema viario rodado,  y del paisaje intrínseco que potencie dichos fines junto a los ya actuales.

(Además de esto, podrían establecerse otros objetivos a medio o largo plazo, para recuperar a la población otros espacios próximos y de amplia identificación social, como son Las Piedras del Obispo).



6.- LA NECESARIA RECUPERACIÓN AMBIENTAL

Antes de pasar a describir y justificar las necesidades ambientales de los Ejidos de Las Piedras Baratas, sobre los que se insiste que son una pieza residual de amplias superficies públicas ya aprovechadas por el urbanismo y las infraestructuras de Llerena, conviene aclarar que la situación actual es mala pero perfectamente recuperable, siempre que los nuevos usos estén ordenados y tutelados convenientemente, para lo que sería deseable unas ordenanzas municipales al efecto.
No puede decirse que la no-actuación sea positiva, más bien al contrario, de seguir así progresará más un deterioro ya constante en el tiempo a la vez que una disminución de la utilización social.
En la tabla síntesis que sigue, quedan definidas las repercusiones negativas analizadas, con expresión de su importancia (normalmente superficie,…) y el procedimiento previsto para la adecuada realización de la actuación.
En anexo aparte se detalla de forma orientativa, tanto las unidades de obra estimadas como el importe supuesto de la ejecución de las mismas. Se entiende que parte de ellas podrán ser ejecutadas (si fuera el caso) por los propios servicios municipales.



Tipo de actuación
Contenido y justificación
Medidas
Procedimiento
Vertidos estériles
Lo forman materiales acumulados de forma consentida por el Ayto. en obras diversas o por utilización vecinal inadecuada sin las reparaciones adecuadas. En las obras recientes de urbanización se ha convertido el ejido en zona de obras, con los perjuicios que conllevará. Ha ocurrido a lo largo del tiempo, sobre todo desde que no se venden las hierbas, sin que se considere la alteración de la flora que conlleva y la aportación de ripios que anula el césped.
Superficie en m2
La actuación consistirá en la extracción de materiales, ripios, rocas (las depositadas en las Piedras Baratas con la construcción de la carretera), arenas, etc, de forma que aflore el suelo natural. En algunas zonas, por ser de escasa consideración o lo impidan los medios mecánicos, bastará con una recogida manual dirigida a este fin y rellenando los huecos en el suelo.
Erradicación estercoleras
Actividad producto de las explotaciones ganaderas familiares que deterioran el césped por acumulación de flora nitrófila
Superficie en m2
Recogida mecánica con pala excavadora y limpieza hasta suelo original, con allanado y compactado.
Adecuación y limpieza para uso social
La acumulación de residuos orgánicos, plásticos y cristales ha sido constante, por lo que conviene regenerar la capa de suelo quitando parte de la actual y aportando tierra entre las rocas para regenerar el césped. Realización de un sendero perimetral y otro interior entre las rocas para discapacitados, con materiales autóctonos. Emplazamiento de mirador exento a las rocas mayores, con señalética e interpretación ambiental del entorno urbano y ambiental.
Superficie en m2.


Recogida y limpieza con medios manuales y mecánicos.
Realización de senderos de 2 m de anchura, convenientemente enlosado desde un aparcamiento junto al Camino de La Perrera
Mirador sobre peana de piedras cuarcíticas y protecciones a base de elementos metálicos que soporten acciones antivandálicas.

Plantaciones lineales
Aunque los ejidos han sido espacios desarbolados, los accesos exteriores y nuevos caminos deben contar con arboleda, preferentemente de hoja caduca y protegida contra el ganado, que acote las entradas y limite espacios urbanizados. El posible efecto de cortavientos es irrelevante frente a  las tareas actuales en las eras.
Unidades por metros lineales totales y pies previstos
Ahoyado, estercolado, tutorado y plantación con protectores, de árboles semiadultos caducifolios y autóctonos (olmos, chopos, acacias, moreras…) procedentes de viveros. Separados 3 o 5 metros según especies o lugares.


Estas actuaciones quedan suficientemente grafiadas en el Plano 3 de Actuaciones Ambientales del Anexo Cartográfico.

El presupuesto orientativo resultante es de 61.456,75 Euros para los tres primeros años de intervención.
Además de esto habrá que añadir lo relativo al sistema de gestión municipal y a la vigilancia (aspecto importante que ha de estar previsto por el Ayuntamiento) y mantenimiento de las obras, construcciones, elementos de ocio y plantaciones.
Como para el apartado de las infraestructuras, deberán seguirse criterios ecológicos para la ejecución de las diversas tareas, tales como: la retirada de ripios y escombros a vertedero autorizado, la elección de especies y variedades autóctonas para las plantaciones, la restitución de la topografía sin ahoyaduras ni huecos tras la retirada de rocas y escombros, etc

Parte de las actuaciones podrán realizarse directamente por los servicios municipales.



7.- INFRAESTRUCTURAS PARA UN NUEVO ESPACIO SOCIAL.

De forma previa en algunos casos y simultánea en la mayoría de ellos, se plantean una serie de actuaciones infraestructurales que permitan conseguir los objetivos indicados, así como asegurar un bajo costo y mantenimiento de las inversiones iniciales.
La permeabilidad general no ha de estar reñida con la orientación de los accesos peatonales, de los vehículos agrarios y la circulación necesaria para el mantenimiento y el ocio y deporte no motorizado de la población. Ha de entenderse, y se insiste de nuevo, como espacio diáfano, transitable y dirigido especialmente al solaz disfrute de la población.
Para integrar las infraestructuras existentes a los objetivos deseables se proponen las siguientes medidas y actuaciones:


Tipo de actuación
Contenido y justificación
Medidas
Procedimiento
Reconstrucción de drenaje superficial
Gran cantidad de arroyos y desagües naturales han acabado hacia las calles linderas siguiendo la topografía existente. Se trata de reorientarlos hacia los colectores en los extremos este y oeste de los Ejidos. Su diseño será proporcionado a la cuenca receptora en superficie junto a los caminos exteriores y los procedentes de la sierra, aprovechando los puntos ya existentes.
Unidades por metros lineales
La actuación consistirá en la apertura de nuevas cunetas sobre la red viaria existente, procediendo al hormigonado cuando la velocidad y acumulación en los mismos así lo aconseje.
Adecuación de estercoleras
Esta actividad comentada ha de reubicarse a un sitio concreto, de forma que sea posible este uso cada vez más residual. La ubicación escogida se concreta junto al drenaje existente y lindero oriental de los ejidos.
Superficie en m2
Acotamiento de sendos caminos para acceso y carga mecánica de acopios por los ganaderos. Eliminación de tierra vegetal hacia los caminos a suprimir y compactado mecánico.
Supresión de recorridos viarios en desuso
En épocas pasadas la afluencia de bestias y las numerosas eras implantadas conllevaron un densa red viaria adaptada incluso a encallejonamientos y cuestas difíciles. La red existente es residual de aquella, pero forzada por un uso de vehículos pesados, otros deportivos de alta motorización no deseables (Quads) y por nuevos itinerarios no justificados. Su simplificación es muy necesaria.
Unidades por metros lineales
Arado con pala mecánica y/o buldózer. Rellenado de tierra vegetal donde proceda. Compactado y siembra de especies pratenses (ballico, grama…). Colocación de marmolillos, hinques metálicos  o pies arbóreos a menor distancia.

Acondicionamiento y mejora de caminos
Se trata de priorizar los itinerarios más frecuentes, de forma que su elección sea estructurante del conjunto y atienda las necesidades de comunicación con el entorno y durante las tareas de las eras. Los que ya cumplen estos criterios no se consideran.
Unidades por metros lineales
Retirada de tierra vegetal con destino a los caminos que se van a suprimir, capa de subbase con zahorra y/o materiales sueltos (no escombros), extendido con pala mecánica y compactado con rulo. Anchura 5 m a 2m de cunetas. Formación de cunetas y alcantarillas. Señalización.
Reparación y afirmado de cercas
Todo el borde sur de los ejidos están perimetrados por cercados de piedra natural de la zona (cuarcitas y calizas) que separan las parcelas de labor. Su valor estético, etnológico y cultural es indudable, sobre todo por su posición de umbría que favorece a los líquenes y a la fauna de reptiles. El abandono por los propietarios linderos, que han optado por nuevos cerramientos metálicos debe acometerse como medida de restitución del paisaje.
Unidades por metros lineales
Retirada de piedras en portillos abiertos y aportación de piedras necesarias. Retirada de piedras cobijas. Afirmado con mortero de cemento y cal de los huecos reconstruidos. Recolocación de las cobijas llagueadas con mortero. Construcción de entradas a fincas donde ya existían o porque procedan.


Estas actuaciones quedan suficientemente grafiadas en el Plano 4 de Actuaciones en Infraestructuras del Anexo Cartográfico

El presupuesto orientativo resultante es de 86.662 Euros para esta fase de ejecución y puesta en funcionamiento.
Entre los diversos aspectos que se consideran en cada una de las actuaciones, se trata de realizarlas con criterios ecológicos. Por ejemplo: las restituciones de tierra vegetal a los caminos a extinguir, que vendrán de los ensanches de los nuevos o de las zonas de estercoleras; las rocas de las paredes serán calizas propias del Pié de la Sierra, o de alguna demolición de la zona; los indicadores de los caminos estarán en los extremos o inicios del mismo, no en el centro de los ejidos; las arenas o zahorras sobrantes se retirarán por completo, pues aportan semillas ajenas a los prados…
Parte de las actuaciones podrán realizarse directamente por los servicios municipales.




8.- CONCLUSIONES.

Los Ejidos municipales de Llerena han soportado durante décadas gran parte de los crecimientos urbanos e infraestructurales de la localidad, hasta el punto de que los que perduran (en mediano estado de conservación) constituyen un inimitable ejemplo de terrenos públicos con múltiples usos sociales.
Puede decirse que no ha transcurrido una sola década del s.XX donde la corona perimetral de ejidos no pase a formar parte de la ciudad. En muchos puntos de la periferia, prácticamente han sido incorporados como nuevos ensanches.
Tan solo se exceptúa en cierta medida el borde sur, ya que el Ejido Campamentos tras su inclusión en las NN.SS iniciadas en 1989, ha formado parte de importantes actuaciones. Una gran parte del Ejido Grande de las Piedras Baratas y del Ejido Chico, permanecen conservados y respetados parcialmente, por lo que su reconsideración parece adecuada, una vez que la población dispone de suficiente suelo clasificado.
Además de esto, una nueva y actual consideración del ocio, de los espacios verdes y del disfrute de la población (que mayoritariamente se identifica con este espacio abierto, natural y de expansión urbana), así como de la necesaria aplicación de los objetivos y criterios de la Agenda 21 Local, permiten enfocar el destino de estos terrenos con casi 17 ha, de forma bien diferente a la trayectoria seguida por otros espacios ya extintos de ejidos municipales.
Es indudable que deben formularse nuevos usos futuros acorde con los tiempos que corren, pero respetando las características físicas, topográficas, ambientales, culturales, etnográficas e históricas que singularizan al Ejido de las Piedras Baratas. Pero tampoco continuar como hasta ahora mediante la sucesiva desatención de los ya existentes (eras, pastoreo…), sino reforzándolos en un futuro como usos que garanticen su sostenibilidad, tal como se describen puntualmente cada uno de ellos.
Las dos alternativas que se ofrecen son convergentes en sus fines de mantenimiento de usos actuales, relanzamiento de su uso social a nivel regional, recuperación de sus valores ambientales y paisajísticos. A saber: la declaración como Parque Periurbano o su consideración como Sistema General de Espacios Libres en SNU.
Es evidente que la formulación de cualquiera de las alternativas ha de conllevar actuaciones concretas, medibles y presupuestables. Para ilustrarlos convenientemente se acompaña un anexo cartográfico realizado al efecto.
También en este trabajo se aportan en anejos unos cálculos y mediciones –son exclusivamente orientativas y que deberán derivarse en proyectos concretos- que acometen los dos principales ejes de intervención:
  • Recuperación Ambiental, con 17 aspectos considerados y un presupuesto estimado de ejecución de 61.456,75 €.
  • Actuaciones Infraestructurales, con 15 aspectos analizados y un presupuesto estimado de ejecución de 86.662 €
Es decir una inversión general estimada en torno a 148.118,75 €


Fdo: Juan E. Mena Cabezas

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Este Anteproyecto lo presentó Izquierda Unida de Llerena, mediante su grupo parlamentario en el Congreo de los Diputados en noviembre de 2005, para su incorporación en los Presupuestos Generales del Estado-2006. Los socialistas fueron apoyados en su aprobación por I.U. Federal para su aprobación, a cambio de numerosas medidas sociales incorporadas como Enmiendas a ese Presupuesto. Una de estas Enmiendas Parciales de "adicción" (junto a la creación del Museo de Historia, ambos aprobados) fue esta propuesta transcrita. La actuación se empezó a ejecutar a finales de 2006 por la empresa pública Tragsa, pero no bajo las  ambiciosas premisas de esta propuesta que atendía a la globalidad de los ejidos "restantes" de Llerena, sino sólo para menos de la mitad reducida al parque de las Piedras Baratas. También con el fin de un notable corte superficial y, especialmente, con la censura o desdeño de sus usos históricos (eras y pastoreo) y, además, bajo la idea de otra técnica local a la que el Ayuntamiento de Llerena le propuso diseñar otra alternativa más dura y excluyente.
El PsoE y gobierno local se adjudican y apuntan en programas electorales (2007) la consecución de este parque local (ni Sistema General, ni Parque Periurbano) sin reconocer nuestra directa autoría. El cartel de la obra, sin embargo, reproducía con exactitud tanto el título como el presupuesto del anteproyecto.

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Reproduzco aquí el encabezamiento de un escrito de firmas al Ayuntamiento, de abril de 2009, previo a que se aprobaran las obras de construcción del Auditorio-Plaza de Toros en el Ejido Chico. Las firmas recogidas muy rápidamente por los agricultores, mayoritarios y conscientes de la irreversibilidad de la acción se presentaron para su lectura en Pleno, pero el alcalde haciendo uso de su poder y discriminación de lo que le interesa (como otras frecuentes veces), no sacó estos papeles de firmas.


AL SEÑOR ALCALDE Y AL PLENO DEL AYUNTAMIENTO DE LLERENA

Los agricultores y ganaderos abajo firmantes presentan su oposición a la ocupación de nuevos terrenos de los Ejidos Municipales (E. Chico) que se va a realizar para un Auditorio sin que se haya consultado ni se hayan buscado otras alternativas diferentes.
Ya con la actuación de las Piedras Baratas de hace unos años se nos justificaba diciendo que había eras y ejidos suficientes para las actividades de este sector,  y ahora vemos que de nuevo se nos quiere despojar de un uso y un derecho que todos tenemos desde muy antiguo.

Por tanto rechazamos esta localización y se busque otra más adecuada, pues son terrenos que siguen siendo necesarios para nuestra actividad.
Lo que firmamos en Llerena, abril de 2009.


NOMBRE
D.N.I.
FIRMA
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Después de un intento -fallido ya por la crisis del ladrillo- de ejecutar un "Geriátrico con Hotel" en el resto del Ejido del Depósito (entre el Camino del Cerro Ventoso y el de San Pedro a la Sierra), se aprobó en abril de 2009 la cesión de 7.000 m2 entre el antiguo depósito y la población, para un Auditorio Multiusos (3 Mill €) en el que no se descartaba la celebración de corridas de toros.
La votación plenaria contó con mi abstención, no oponiéndome al mismo sino a su ubicación, ya que se desestimó mi propuesta de ubicar este Auditorio como equipamiento cultural junto al ferial, bien en las zonas dedicadas a tal efecto en el Plan General en tramitación, bien en el resto del Ejido de Campamentos, también próximo al ferial.
Las obras presupuestadas en 2,8 Mill € comenzaron su excavación en octubre de 2010, dirigidas por el superarquitecto pacense que todo lo hace y diseña en Llerena.

La imagen adjunta de mediados de nov-2010 da idea de la envergadura de las obras. Ahora algunos agricultores empiezan a quejarse... porqué ...y dónde se pondrán las eras.

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Otra parte de los ejidos, el conocido como de Peñas o de La Gurrufana, se utilizó en 2009 para excavar y sacar tierras para arreglos de caminos, desmontándose gran parte de la capa superior que es la que le da el relieve, sustrato, vegetación y calidad ambiental. Curiosamente aparecieron tumbas paleocristianas o medievales que se volvieron a tapar, sin extraer más tierras.
Con la obra de prolongación del colector de San Pedro, los restos de materiales se depositaron en el mismo, con lo que su valor natural pasó a ser un erial y escombrera de estériles.
La sensibilidad municipal ante un espacio natural y humano de esta magnitud brilla por su ausencia, y pareciera que la anulación progresiva del ejido se hiciera a posta, para convertir un espacio natural en solares.