martes, 30 de octubre de 2012

Nuevo Despotismo Ilustrado, por I. Ramonet

Ignacio Ramonet, nacido en La Redondela (Pontevedra, 1943) y establecido en Francia es una de las figuras principales del movimiento antiglobalización (Wikipedia, enc. libre).
En las XIII Jornadas de Historia en Llerena, el pasado sábado 21-10-12 tuvimos la suerte y el honor de escuchar una pausada, completa, didáctica y reveladora conferencia sobre la democracia en Europa. Él lo subtitula “Nuevo despotismo ilustrado”
En primer lugar se (nos) preguntaba si la política sirve par algo ante esta crisis y fractura social, económica e industrial de nuestra democracia. Su respuesta es que sí, no hay más remedio, pero con la participación real de la gente y planteando un rechazo social y lucha contra la tiranía de los mercados.
 En Europa hay una vuelta de la extrema derecha con regresión xenófoba preocupante. Pero también un hecho general y cada vez más real: el poder político es una estructura vacía (en un buen porcentaje) a pesar de las elecciones que haya y las alternancias que se produzcan de neoliberales o de centro-derecha, porque “el PODER está en los grupos financieros con una fuerza descomunal”. Los políticos que elegimos en la práctica tienen escaso poder de maniobra.

Con la llegada de la globalización se ha puesto en evidencia que no existe dificultad alguna para el movimiento de capitales que actúan a tiempo real. También que hay una dificultad media para las mercancías y una dificultad añadida para el movimiento de las personas.
Nos dio un dato escalofriante: la riqueza que genera cada uno de los 196 países del mundo al año asciende a unos 45 Billones de Euros, mientras que la potencia "constante" de los mercados financieros se eleva a 3.500 B€.
En este contexto los gobiernos tienen dos opciones, orar u obedecer a los mercados, con escaso poder de actuación y sólo dirigido hacia algunas políticas, que en Europa hemos promocionado lo social hasta configurar lo que llamamos el Estado del Bienestar.
Otro aspecto que nos destacó es que los tratados europeos condicionan mucho, hasta el punto de que es preciso valorar ahora, en cada caso, si conviene proseguir en la UE. Unas pruebas de ello son el compromiso del Pacto Fiscal, por el que los estados se comprometen a no tener un déficit mayor del 0.5% en 3 años. Lo que es una locura para muchos (España ahora 4%). Esos tratados, como Maastrich o Lisboa llevan a una cesión de soberanía real, lo que hace tiempo se llamaba Protectorado: unas decisiones locales pero sometidas a la organización de la política exterior económica. Esta estructura se autodenomina Troika (BCE, FMI y Comisión Europea) y condiciona todas las políticas.
El Banco Central Europeo, como nos recuerda constantemente A. Merkel, impide que los estados tengan políticas financieras propias y actúa con ellos como un banco con las empresas: préstamos, exigencias, compromisos, etc. Muy lejos ahora de la independencia financiera de antes que, al menos,  incluía emisión de moneda, su devaluación… o los impagos y quitas.
El problema es que accedimos ansiosos a Europa, necesitados de una organización y apoyo superior, pero es que esa estructura era y es estrictamente neoliberal a nivel económico donde se va imponiendo la tiranía de los mercados frente a un modelo  con principios del Estado del Bienestar. Pero esto se va desmoronando y decayendo a una velocidad inimaginable, en relación a las conquistas sociales conseguidas en décadas anteriores. Es un hecho que en Europa se destruye el Estado del Bienestar que está siendo sometido a la brutalidad de los Mercados.
Sin embargo en América latina, que ya pasó por esta situación de crisis social con las grandes multinacionales y que elegía a sus gobiernos democráticos, en los últimos años 8 presidentes han sido derrocados por iniciativas populares y rehacen sus modelos, como es el caso de Ecuador, Bolivia, Chile… frente a la presión de los Mercados. Y renegocian sus deudas. E imponen quitas a sus acreedores.

Queda claro que es una falacia que, tras los recortes, en los próximos años vayan a restituirse los beneficios y condiciones del pasado. No. Lo que hay es un cambio de modelo y tenemos que ser conscientes de que el Estado del Bienestar es el AUTÉNTICO PATRIMONIO de la población humilde y de los pobres y familias modestas. Porque en él se tienen asegurados unos mínimos y seguridades de vida.


A la situación que hemos llegado en España deben  imputarse dos burbujas responsables: la financiera y la inmobiliaria. Responsabilidad de los gobernantes y gestores que, viéndolas venir, no atajaron ni mediaron.
El problema actual es que no se sabe que se salga de todo esto mediante LA AUSTERIDAD QUE SE NOS IMPONE.
Analizando la historia situaciones algo similares de crisis parece que existen tres opciones: la guerra, la hiperinflación (por el que el dinero pierde gran parte de su valor) y, la más fácil y factible, no pagar la deuda o negociar quitas, como se ha comentado.
Finaliza su intervención diciéndonos que LA POLÍTICA  es una buena opción, pero superando la mediocridad de sus políticos y gobernantes. Además, que otras fuerzas políticas han de entrar en conflicto. También que la solución es la Lucha Social, para exigir cambios en las acciones que nos defraudan.
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Sus opiniones en el interesante debate completaron su exposición, satisfaciendo y comprendiendo a los intervinientes. Muy lejos desde luego del historiador  del Sufragio Universal, José Ortega Varela, que con sus opiniones de HOY (echándonos la culpa a nosotros y a los Estados por endeudarnos, en vez de al capital financiero), chafaron el buen discurso que hizo de la historia. Lástima que se cortara aludiendo a la premura del tiempo.

Gracias por tu presencia, Ramonet. Ha sido un lujo para los asistentes y una gran pérdida para los ausentes.

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