Trato de
cohesionar unas cuantas reflexiones a tenor de la cumbre del clima finalizada
este fin de semana en París.
La caída del precio del barril de petróleo crudo
–hasta los 33,6€ como en 2008 en otra caída memorable- conlleva la bajada en
picado de las principales empresas energéticas dependientes del mismo, toda vez
que aumentan en bolsa las denominadas “renovables”. Conviene recordar que estas
compras de ayer, lunes 14, serán servidas más adelante, como los productos que
hoy se sirven proceden de las producciones compradas hace unos 6 meses.
En una entrevista en la TV regional de hace unos
años, a pie de gasolinera y en plena subida de precios, respondía que "ese
incremento podría entenderse si cuando hubiera bajadas se notara sensiblemente
por parte de los usuarios. Y que las empresas petroleras son de las de mayor
influencia mundial tanto en lo económico como en la generación de conflictos
bélicos".
También sabemos que la mitad del importe pagado
por litro de combustible va a impuestos al estado y que nuestra dependencia
supera el noventa y pico por ciento.
Por fin llegó y terminó la Cumbre del Clima de
París, con diversidad de opiniones en cuanto a resultados. Unos (tecnócratas
con posiciones gubernamentales) dicen que se ha conseguido: a) aunar posiciones
y firma de la mayoría de los países participantes sobre contener el
calentamiento global en menos de 1,5ºC hasta fin de siglo; b) acuerdo
internacional de que estamos ante un problema mundial que requiere la
cooperación de todos los países, incluido China, EEUU; c) que 100.000 M$ se
destinen para financiación, a partir de 2020, a los países más pobres; y d)
celebración de reuniones cada cinco años para revisar y actualizar objetivos
con tendencia a “cero emisiones”.
Otros, más exigentes ante la situación climática y más combativos socialmente, opinan que se ha perdido una oportunidad por la ausencia de sanciones ante los posible incumplimientos y que la descarbonización no está implícitamente asumida, hecho fundamental.
A nivel de casa, por ejemplo en la comunidad regional de Andalucía pues en otras nada de nada,
los objetivos ambiciosos de hace dos años de impulsar el Plan Andaluz de la
Bicicleta (PAB) se han dado al traste, con lo que ellos supone de cambio en las
políticas de movilidad. Los presupuestos de Susana Díaz y el consejero Jesús Huertas han dejado al mínimo los compromisos
presupuestarios con sólo 15 M€ para 2016, lo que hace ineficaz la senda abierta
y los planes conveniados con muchos municipios, especialmente los de las grande
Aglomeraciones Urbanas.
O sea, un pasito
adelante y dos para atrás.