lunes, 24 de enero de 2011

El “NUEVO” Pacto de Toledo, para echarnos a temblar, y... NUEVO PENSIONAZO

La Reforma de la Pensiones está tomando forma definitiva tras los acuerdos “in extremis” y, como dice Paca Blanco de Ecologistas en Acción, con nocturnidad y alevosía, tras el cierre de “flecos” en la pingüe cena del miércoles 26-01-2011. Cena que dio alas y oxígeno al depreciado Pte. Zapatero.
Si bien puede entenderse y justificarse la necesidad de negociación en un momento de debilidad sindical, crisis económica, presión de los mercados financieros, debilidad del gobierno, etc, lo que no se entiende en absoluto es que:
  • Sea prioritaria una reforma ahora –por innecesaria- y consensuada con un gobierno que cuenta ya con pocos créditos.
  • El aval de la Huelga General del 29-sept. se haya menospreciado, que no se hicieran otras convocatorias y que fuera tan tardía (4 meses después de las antisociales medidas de ajuste de mayo-2010).
  • Sean cómplices con medidas tan antisociales en momentos en que la S, Social tiene resultados positivos y con las buenas reservas ahora se prevén para el sistema (ahorro de 1.900 M€/año).

En definitiva malos tiempos para los trabajadores de este país, pésimas para los jóvenes que se van a ir incorporando, y nada halagüeños para los que se jubilen a medio plazo y nacidos después de 1948.

Los ejes acordados en la Reforma de las Pensiones se concretan en:
  • Aumento general de la jubilación a los 67 años.
  • Aumento del periodo de cotización para cobrar el 100% de la pensión de 35 a 37 años.
  • Aumento 15 a 25 en el nº de años para calcular la pensión, con lo que, "de facto", se reduce.
  • Aumento de la edad mínima para la prejubilación anticipada de 61 a 63 años.
  • Además de: asumir de hecho la reforma laboral de junio de 2010 contra la que se convocó la huelga general, favorecimiento de las Empresas de Trabajo Temporal, más precariedad laboral, ampliación de las “causas de despido objetivo”, y un largo etcétera.

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En citas previas al cierre de las negociaciones de la Revisión del Pacto de Toledo entre Gobierno, CCOO, UGT y la patronal CEOE, se comentaba en los diarios nacionales la postura de los grupos minoritarios en el Congreso: IU-ICV, ERC y BNG. Postura de estos representantes digna e incuestionable en los datos y situaciones a los que hemos llegado pero, por contra, negada en su totalidad por los tercos de la Reforma: sistema capitalista representado por el gobierno del PSOE, CEOE, Ecofin e inversores extranjeros en deuda

Se habla de una teórica inviabilidad del sistema a largo plazo, 30-40 años y para eso se exige declinar las conquistas sociales y los derechos adquiridos ante la connivencia y propuesta neoliberal del PsoE. Lo que está sobre la mesa –y que previsiblemente se aprobará en el Congreso hoy, 24-01-2010, con la connivencia de PNV y CC, más la abstención del PP-, es la adopción de nuevas medidas que significan una “clara minoración y reducción en la cobertura de las pensiones, además de peores condiciones en la negociación colectiva en las empresas”.



No se puede admitir que recaiga la crisis en los más desfavorecidos, que no han sido sus causantes

No me fío de estos dos sindicatos (están excluidos los minoritarios y más comprometidos) abocados a la negociación dura en unos momentos finales y en una situación en la que ellos han sido partícipes con su blandura durante muchos años y que, hace semanas, ya se dieron prisa por acallar las demandas de una nueva Huelga General. Recuerdo que en Francia se han realizado hasta cinco durante 2010, con más o menos éxito.

Se critica desde amplios medios sociales y técnicos las premisas de esta reforma y revisión, ya que:
  1. No es lógico ampliar “obligatoriamente”  la jubilación a los 67 años cuando el sector más castigado en el paro son los grupos de trabajadores entre 40-65 años y que tienen escasas posibilidades de trabajar/cotizar.
  2. Las proyecciones de población se han demostrado ineficaces e irreales a largo plazo, luego es una contradicción “técnica” basarse en esos datos ahora. La entrada de inmigrantes en los últimos años previos a la crisis, bien que demostró la perversidad de esta argumentación.
  3. Hay otros aspectos socioeconómicos que pueden garantizar el mantenimiento de las prestaciones y el estado del bienestar actual, como es la lucha contra el FRAUDE FISCAL, que es enorme, y supondría enormes ingresos al Estado.


El retraso obligatorio de la edad de jubilación es una medida antisocial, extrema e innecesaria.
Algunas de las propuestas que han hecho estos grupos de izquierdas en el Congreso son las siguientes:
  • Separación de las fuentes de financiación de las prestaciones “contributivas”  para que dependan básicamente de las cotizaciones (al margen de posibles mecanismos correctores para las más reducidas y de corta carrera de cotización).
  • Financiación de las “no contributivas” y universales a través de la imposición general.
  • Reformar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social garantizándolo. Baste recordar que hace unos años, con las vacas gordas, el PsoE propuso nada menos que cotizara en bolsa.
  • Separar y encuadrar a los trabajadores en dos regímenes: los de “por cuenta propia” y “por cuenta ajena”, que en la práctica lo han sido ya desde años, pero no en derechos.
  • Una lucha efectiva contra la “economía irregular” en el amplio abanico de fraudes fiscales.
  • No incentivar fiscalmente los Planes de Pensiones privados, que tanto nos aconsejó el exministro Pedro Solbes en la época de las vacas gordas.
  • Mejoras en los Planes de Viudedad, por los que tantas personas mayores malviven.
  • Hay una utilización abusiva de las prejubilaciones anticipadas, pero especialmente en bancos, en empresas sin déficits y solventes.
  • Los gastos sociales previstos para jubilaciones en relación al PIB son mucho mayores para la media de los países europeos donde, además, hay menor tasa de paro.
  • Es necesaria una política de regeneración poblacional donde la disminución de la tasa de natalidad se frene definitivamente.


Finalmente, asumen estos grupos políticos que el aumento de la carrera de cotización a los 40 años para cobrar el 100% de la jubilación es una barbaridad, más aún con las tasas de paro esperadas.


MORALEJA: Nuestro futuro, si no bastante negro, es más bien oscurito.



(NOTA: ver también la entrada, en sus párrafos finales, sobre Marcelono Camacho.)

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