En la actualidad hay un debate nacional (pues internacionalmente está superado y desechado) sobre la modificación del Reglamento de Circulación que incluye la obligatoriedad del casco para los ciclistas en la ciudad que el PP está imponiendo para jodernos a los pacíficos ciclistas.
Queda claro, según se dice en las asociaciones de usuarios (integradas en CONBICI), las de ecologistas y muchos partidos políticos (entre ellos I.U.) que existe una gran unanimidad para que su uso sea VOLUNTARIO. No impuesto.
En el pleno de 26/06/2013, Izquierda Unida de Llerena, siendo sensible a las peticiones para que se anule esta imposición, presentó una Moción contra esta obligatoriedad que el Mº del Interior defiende.
Adjunto las argumentaciones y mi defensa de la misma:
Exposición de Motivos
La bicicleta ha experimentado un notable auge en muchas
ciudades españolas durante los últimos años, de lo que debemos congratularnos
por sus indudables efectos positivos sobre el medio ambiente y la salud
pública. La contribución de la bicicleta
a un mejor medio ambiente urbano es innegable y su contribución a la mejora de
la salud pública ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud,
que recomienda el uso cotidiano de la bicicleta como medida preventiva frente a
la obesidad y las enfermedades coronarias. Así lo ha reconocido también la
Dirección General de Tráfico (DGT), al incluir el fomento de la bicicleta como
medio de transporte preferente entre los objetivos de su recientemente
presentado Proyecto de Reforma del Reglamento General de Circulación. Esta reforma contiene numerosos
aspectos positivos que favorecen la seguridad vial y pueden ayudar a promover
el uso de la bicicleta, especialmente la
apuesta por la pacificación del tráfico. Sin embargo, el borrador incluye
una medida excepcional en nuestro entorno europeo, cuyo efecto global sobre la
seguridad del tráfico, la salud pública y la mejora del medio ambiente urbano
es discutible. Esa medida que contraría
la demanda en su uso es la obligación de utilizar casco para circular en
bicicleta por la ciudad.
El casco ciclista es una medida de la que no cabe esperar
una reducción de la accidentalidad ciclista sino, en todo caso, una reducción
de los peores efectos de dicha accidentalidad; en especial, de la mortalidad o
del número de accidentes graves producidos por heridas cráneo-encefálicas. Hay
que decir, en todo caso, que dicha efectividad es muy dudosa cuando se trata de
colisiones con vehículos a motor que circulan a velocidades superiores a 30
km/h. Este tipo de colisiones son, como confirman los propios estudios de la
DGT, la principal causa de accidentes ciclistas en las ciudades españolas.
La mortalidad ciclista por accidente en las ciudades
españolas no es muy elevada, oscilando entre 10 y 15 fallecimientos al año (a
efectos de comparación, el total de fallecidos por accidente de tráfico en zona
urbana ascendió a 457 en el año 2.011). Esta mortalidad muestra una clara tendencia
a la baja, pese al indudable aumento del uso de la bicicleta como alternativa
de movilidad urbana en muchas ciudades. Esta tendencia a la baja muestra la
efectividad de las medidas que ya se están tomando en muchas ciudades españolas
para mejorar la seguridad del tráfico ciclista, como la implantación de redes
de vías ciclistas y otras infraestructuras. También confirma el hecho de que, a mayor número de ciclistas, mayor
seguridad, debido a la mayor visibilidad de la bicicleta y al hecho de que
cada vez más conductores somos conscientes de la presencia de ciclistas en la
vía pública, y nos respetan cada vez mas (entre otras razones porque muchos de
ellos son también ciclistas).
No parece por tanto que la situación reclame una medida tan drástica como imponer la obligatoriedad
del casco ciclista, lo que por otro lado podría tener efectos negativos
sobre el fomento de la bicicleta como modo de transporte en las ciudades.
Existen numerosos estudios que confirman este efecto, aparte del hecho
significativo de que en ninguno de los países donde la bicicleta ha llegado a
ocupar un lugar importante en la movilidad urbana es obligatorio el uso del
casco para los ciclistas.
En particular, el impacto negativo de la obligatoriedad del
uso del casco sobre los sistemas de bicicletas públicas es evidente. Y no
debemos olvidar que dichos sistemas ocupan un lugar de primer orden en la
estructura de la movilidad ciclista de muchas ciudades españolas como
Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza etc..., con importantes porcentajes de
uso sobre el número total de desplazamientos en bicicleta. El colapso de tales
sistemas significaría un notable retroceso en el uso de la bicicleta en dichas
ciudades, así como efectos negativos para su imagen exterior y la pérdida de
una inversión en muchos casos elevada.
Estimamos por tanto que los posibles efectos positivos de la imposición del uso del casco como
medida paliativa de las peores consecuencias de los accidentes de tráfico que
muy ocasionalmente sufren los ciclistas urbanos, podrían verse superados con
creces por sus efectos negativos. Estos efectos negativos serían consecuencia
del descenso del uso de la bicicleta y de su impacto sobre la salud pública
(incremento de los índices de obesidad y de enfermedades coronarias), sobre la
calidad del medio ambiente urbano y sobre la propia seguridad del tráfico en
general. A este respecto no debemos olvidar que la bicicleta, por sus
especiales características, es un vehículo potencialmente muy seguro tanto para
el propio usuario como para los demás usuarios de la vía. Mucho más seguro que
otros vehículos privados, como las motocicletas o el automóvil. En particular, un descenso en el uso de la bicicleta como
consecuencia de la obligatoriedad del uso del casco ciclista, podría ir acompañado
de un incremento paralelo del uso de motocicletas y ciclomotores, con las
consecuencias negativas que cabe imaginar para la seguridad global de tráfico
urbano.
El Acuerdo ÚNICO trata de:
El
Ayuntamiento de Llerena Insta a la Dirección General de Tráfico a que en el Proyecto de Reforma
del Reglamento General de Circulación que está en fase de redacción, no
incorpore la obligación de utilizar casco para circular en bicicleta por la
ciudad.
-------------------------------
En el debate, mi defensa no fue suficiente, ya que los chicos del PP no quieren oponerse a sus jefes y dicen que es positivo, sin atender a las argumentaciones dadas votando en CONTRA (en Sevilla, por ejemplo, sí que se oponen).
Pero lo que más llama la atención de los otros chicos del Psoe es que se ABSTIENEN, porque no lo tienen claro, aunque desde Madrid estén en contra y en tantas otras capitales Les insisto en que reflexionen y que hay datos (caso de Australia) que desechan el uso obligatorio del casco, pues al imponerse baja el uso de la bici en ciudad, con lo que ello supone para el transporte.
Y NADA, su abstención (parece que van descubriendo esta opción parlamentaria) impide el éxito de la propuesta. Se ve que como no son usuarios habituales y son claramente influenciables, pues con ello tumban la Moción de I.U.
-----------------------
Hay novedades en la lucha contra el casco obligatorio. Adjunto un artículo del blog de Ricardo Marques (ex-concejal de Sevilla y ciclista reconocido) sobre la nueva jugada parlamentaria al respecto. Lo adjunto: