viernes, 24 de diciembre de 2010

“LA RED DE MIRADORES DE EXTREMADURA. OPORTUNIDADES DE LA CUMBRE DE SAN MIGUEL”

A lo largo de los últimos años, los trabajos territoriales y ambientales han supuesto el eje de mi catividad profesional. Uno de ellos, a partir del concurso ganado en la Junta de Extremadura, entre 1989-2001, consistió en la formulación de una propuesta territorial concreta de distribución en la región, a la vez que un diseño y cuantificación de los mismos. Por diversas razones que no se justificaron el proyecto no se ejecutó conforme a lo previsto y la red sigue creciendo sin estructuración, diseño y personalidad propias.

En el artículo que sigue, publicadio en la Revista de Fiestas de LLerena de 2001, resumo esta idea general y su aplicación y concrección en la comarca.

(Ojo añadir fotos y esquemas)

Planteamientos previos

Recientemente, la Consejería de Obras Públicas y Turismo ha sacado a concurso público una asistencia técnica para la planificación -y primeros proyectos- de una posible red de miradores en el ámbito regional extremeño.
Como apoyo importante al desarrollo turístico de Extremadura previsto en la Ley 2/1997, de Turismo, la planificación de la futura red de Miradores de la Comunidad Autónoma se conciben como hitos singulares del paisaje extremeño. De hecho, en la exposición de motivos de la Ley se especifica que “El rico y variado patrimonio cultural y natural existente en Extremadura, sí como los diversos factores que concurren en el mercado, han convertido nuestra región en un destino turístico cada vez más demandado”.
En este sentido, la nueva red de miradores se va a encardinar en los instrumentos de planificación existentes, ya que “...se propiciará una mejor relación entre los agentes productivos, constituirá un instrumento de ordenación, promoción y estímulo para conseguir un crecimiento sostenido de nuestro sector turístico con el respeto y la conservación del medio natural y nuestro patrimonio histórico y cultural”. Todo ello en aras a realizar una presentación general, previa, del espacio geográfico, natural y cultural de Extremadura.
El objetivo esencial del mirador es el conocimiento, respeto y disfrute del entorno, tal como se ha conservado hasta la fecha, incluso con acciones positivas de mejora ambiental.
En los pliegos pertinentes redactados desde la Dirección General de Turismo se recogen una serie de criterios (esencialmente técnicos donde abundan los de componente ambiental) y condiciones que deberían cumplir aquellos enclaves que se pretenden seleccionar. Como denominador común se considera que, dentro de las tres tipologías planteadas –básicos, medios y locales- los primeros habrían de considerarse como puntos de clara referencia regional.
En el art. 2.2a se reconoce como Recurso turístico “Aquellos bienes, materiales o inmateriales, ..., obras del ingenio humano, espacios o elementos de la naturaleza que, por su esencia u otras circunstancias, tienen el atractivo capaz de generar flujos y movimientos de personas”. Así pues, el paisaje extremeño mostrado desde ciertos lugares estratégicos y debidamente acondicionados, viene a cubrir una posición destacada como recurso en sí mismo, fin último de la red de miradores.
Por otro lado, en el apartado 2b del mismo artículo, se considera Establecimiento turístico a “aquellos espacios, locales o instalaciones, acondicionados...”, viene a refrendar la oportunidad de una red de miradores debidamente acondicionados y “homologados”.
Otro aspecto a destacar, en su art. 3.4 dentro de los fines de la Ley, como “La preservación de los recursos turísticos, evitando su degradación y procurando su correcto aprovechamiento en todas las modalidades de la oferta, con especial referencia a los valores culturales, histórico-artísticos, paisajísticos, urbanísticos y medioambientales”. Está claro que muchos de estos valores pueden sintetizarse y mostrarse desde una cuidada y planificada red de miradores.

Marco de referencia global. Esquema de la red de Miradores de Extremadura.

En la actualidad no puede decirse que exista una red de miradores estructurada y organizada. Ahí se pretende llegar con la citada asistencia técnica.
De lo que afortunadamente sí disponemos en todo lo ancho y largo del territorio extremeño es, nada más y nada menos, que de unas infraestructuras e inmuebles históricos de alta capacidad visual, desperdigadas por la región y, sobre todo, de una variedad de lugares prominentes desde el punto de vista paisajístico.
Reforzando estas cualidades, la ubicación de estos puntos de interés viene complementada en todos sus ámbitos –incluso los estrictamente locales-, por una alta carga histórica y cultural.

El estado actual de los miradores o puntos de interés panorámicos es muy deficiente y, en todo caso, necesita unos requerimientos mínimos para que cumplan el verdadero papel requerido; a saber, de puertas de Extremadura, muestra de las comarcas y singularidades locales. Los niveles de accesibilidad, señalización y difusión de su existencia son, por el momento actual, muy deficiente (salvando claro está algunas excepciones). Circunstancia que choca con la alta potencialidad paisajística histórica y ambiental de la Comunidad.

No obstante existen numerosos elementos arquitectónicos con influencia visual local y comarcal que ofrecen, por sí mismos, unas muestras de los valores del entorno excepcionales. Además, por lo general pertenecen a la Administración pública. Se trata de la nutrida red de castillos, alcazabas, torres, etc. que jalonan de forma excepcional el territorio extremeño.

Integrar ambos aspectos, el histórico y el panorámico, puede ser la clave de una verdadera red visual de Extremadura.

A partir de esta sinopsis conceptual, en un primer intento de explicitar una red de miradores extremeña, es necesario apuntar una serie de criterios para definir la red básica o principal. Es en este punto donde se podría integrar la Cumbre de San Miguel.
La distribución de estos Miradores Básicos tendrían un nivel prioritario para su ejecución por su grado de interés autonómico. Previo a esto hay que concebir una serie de aspectos mínimos que deben cumplir aquellos enclaves regionales, como son:

Condicionantes del medio
Oportunidades del emplazamiento
Vistas amplias de 360º o con pequeñas zonas en sombra
Infraestructura de acceso rodado preexistente y de uso general
Valor ambiental/histórico reconocido en el lugar
Acceso inmediato desde red viaria principal estatal o regional
Acceso rodado hasta las inmediaciones, sin especiales limitaciones arquitectónicas
Ubicación a una distancia rodada a la red principal en menos de 10-20 km.
Entorno conservado, sin graves impactos, con ejemplificación de paisajes o ecosistemas
Equipamientos mínimos, existentes o realizables sin altos costos. Fluido eléctrico


Con estos condicionantes previos se pretendería localizar y situar ciertos miradores estratégicos de amplias vistas y dotados de ciertos equipamientos mínimos y cumpliendo esta funcionalidad esencial, ya reiterada, en el ámbito autonómico. Así pues, el criterio básico de accesibilidad y Puertas de Extremadura, se considera fundamental, toda vez que se supongan como aceptables y suficientes el resto de los condicionantes. En este sentido, las cumbres de San Miguel, con algunas urgentes y adecuadas mejoras podrían estar llamadas a ser un foco de atracción comarcal, lo que mejoraría las perspectivas turísticas locales.
Hay que defender y promocionar este recurso paisajístico, por dos cuestiones: por la oportunidad que se brinda en los próximos meses y por las potencialidades inherentes al lugar. Sus justificación está sobrada, en la puerta sureste de Extremadura, acceso desde la CN-432, con amplísimas vistas panorámicas y con cualidades intrínsecas elevadas (a pesar de ciertas instalaciones existentes) .
Se trata pues, de ofrecer al visitante un análisis –nunca exhaustivo-, de los principales elementos que se visualizan. La técnica que se muestra, aparentemente simple, obliga a conocer en profundidad el territorio, sus valores históricos, etnográficos y ambientales, solo posibles con fuentes de información actualizadas y contrastadas.
Los cuatro aspectos temáticos a mostrar en las panorámicas están representados con diferentes colores en el Esquema adjunto: Descomposición visual de los elementos. Cumbre de San Miguel en Llerena (Campiña Sur-Sª Morena), y serían los siguientes:
  • Infraestructuras y equipamientos existentes, necesarios para analizar la viabilidad del emplazamiento.
  • Las poblaciones divisadas, los elementos del patrimonio (ruinas, yacimientos, torres, cortijadas, elementos etnográficos...) que son los principales objetos turísticos a los que se incita para futuras visitas, dan personalidad al paisaje y justifican en gran parte el emplazamiento.
  • Los elementos naturales del entorno, en especial espacios naturales, dehesas conservadas, cumbres de sierras y estribaciones, etc., límites de las cuencas visuales.
  • Usos del suelo y huella ecológica sobre el territorio, en especial los cultivos y aprovechamientos, etc., responsables hasta hace poco del sustento agrario de la población.
La señalización, accesos, aparcamientos  y rutas en la zona permitirán una utilización racional y respetuosa del lugar.
En un segundo lugar, se ubicarían los Miradores Medios (nivel 2 de prioridad) de interés regional/comarcal, incluyendo claro está centros urbanos. Comprenderá las restantes zonas de interés, histórico y ambiental, que forman una red complementaria –mucho más reducida en amplitud visual- a la básica anterior.
Finalmente, se va a estructurar un nivel más inferior, de contenidos más concretos y singulares, con nivel 3 de prioridad, y de proyección local.
Está claro que esta red básica se soportaría mejor sobre terrenos públicos, de forma que las autorizaciones, apoyos y vinculación de las administraciones asegure una mejor viabilidad.
En el Pliego de Bases, se incluye también la redacción de tres proyectos de miradores, bajo normas y criterios de unidad, tanto en lo constructivo como en lo que se pretende divulgar.

La propuesta
Llegados hasta aquí, merece la pena reflexionar cuáles son las posibilidades reales de la Ermita de San Miguel, como punto panorámico regional. Los principales aspectos a superar serían:
  1. Mejora del acceso, que se viene postergando desde hace años.
  2. Pocas propiedades municipales. Convendría adquirir como suelo público toda la cumbre.
  3. Hay que tratar forestal y medioambientalmente el conjunto de la Ermita
  4. Es preciso acometer -en la medida de lo posible- una reestructuración de las antenas existentes, de forma que mejore la calidad potencial.
Está claro que se brinda una nueva oportunidad para hacer valer una posición ambiental y turística que va en directa relación con las potencialidades de Llerena en su comarca, por lo que hay que resaltar unos claros beneficios en el sentido de:
  1. Se ofrece una buena oportunidad de tomar posiciones dentro del marco de la planificación regional, sin menospreciar aspectos tan concretos como este.
  2. Sería el comienzo de valorar y difundir las excelencias ambientales y paisajísticas del entorno de la Ermita de San Miguel, como la amplia cuenca visual, ciertas tareas agrícolas, actividades deportivas (espeleología), recursos geológicos, plantas medicinales y para otros usos (escobas, decoración...).
  3. Para ejecutarse este mirador principal, serían necesarias y complementarias otra serie de mejoras, tales como una rehabilitación adecuada de la ermita, de sus accesos, de las dos explanadas como zonas de pic-nic, construcción de pretil en el frente norte, nuevos senderos turísticos, ciertos equipamientos y servicios en la cumbre, etc.
  4. La señalización e interpretación del conjunto, tal como se ejemplifica en el esquema adjunto, con criterios de Educación Ambiental.
  5. Se crearía un nuevo foco de atracción turística en la comarca que redundaría en los valores ya existentes, arqueología, mudéjar, ruinas romanas, conjuntos históricos, etc.
En definitiva, una de las conclusiones de lo expuesto es que debemos valorar lo que ya tenemos de interés para considerarlo como bien común y preservarlo, evitando algunas actuaciones de los últimos años y rescatando la Sierra en la memoria de sus gentes.



Juan Eugenio Mena Cabezas
(Junio de 2001)

(Nota al editor: La composición podría estar organizada con dos páginas centrales para la explicación de la vista panorámica y la anterior y posterior de textos)

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