jueves, 16 de septiembre de 2010

Agricultores y ganaderos: eterna crisis

(nueva nota al final 01-10-2010)

La situación de la agricultura española, y por ende la extremeña al menos en la de los cultivos y ganados extensivos, está llegando a unos niveles más que preocupantes puesto que el desalojo de población, la media de edad de los responsables de las explotaciones y los nieveles de rentabilidad económica, adquieren cifras e indicadores que dan miedo.

Siguendo al insigne periodista agrario de El País, D. Vidal Maté, me animé a escribir un artículo que afortunadamente me publicaron en el Periódico de Extremadura el 27/10/09 ( http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/imprimir.asp?pkid=473020 ) realzando la triste realidad regional junto a otras reflexiones.

Al poco en el mes siguiente de noviembre, e inspirado en los momentos de combatividad de todas las asociaciones agrarias frente a la desidia y falta de atención del gobierno y de su ministra Elena Espinosa, presenté en mi ayuntamiento una iniciativa con forma de Moción con dos objetivos: 1) Considerar al sector agrario local como "estratégico"; 2) Favorecer las economías agrarias locales mediante una exención y bajas de impuestos. Ambas propuestas se rechazaron por la mayoría del Psoe, que minutos antes habían aprobado ellos solos unos presupuestos para 2010 en la misma línea que 2009. Es decir, sin favorecer a quien se debe, manteniendo las mismas cifras pese a la crisis y sin descensos lógicos en las partidas de ingresos y haciendo oídos sordos a todos, incluidos a los agricultores.

Adjunto el artículo publicado entonces, al que le he incluido sólo algunas notas y precisiones nuevas:

Dicen los agricultores viejos que el campo no hay quien lo entienda por más que se diga que se sabe y conoce bien, pero cuando llega la hora, hay que hacer las cosas, las labores, el manejo del ganado… Luego el tiempo (Dios) lo dirá, pero por lo menos hacerlas bien.
Salvo excepciones, los productos agrarios carecen de revalorización de precios, siendo normal que durante 10-20 años se mantengan sin variación, cosa impensable en cualquier otro sector económico y/o productivo. Lo que ocurre es que en el fondo se interviene (negativamente) para no repercutir mucho en los indicadores económicos (IPC) y en la inflación, al considerarlos productos básicos y/o alimentarios.
En nuestra Extremadura la cosa es peor. No sólo porque la productividad media de la tierra no sea comparable a otras, sino porque las redes asociativas y de comercialización son más débiles, incrementado todo por la ausencia de industrias agroalimentarias y de primera transformación. Que la falta de industrialización, tan necesaria, sea evidente en nuestros pueblos y ciudades no nos extrañe, pero la escasez de la agroindustria derivada ya es un delito mayor, un tremendo error histórico que la pretendida modernización de los últimos 25 años no nos ha traído, aún cuando la técnica lo permitía, la sociedad lo demandaba y las promesas políticas se hicieron en firme.
Además, todo se agrava más ante el persistente y rápido despoblamiento rural y abandono del campo por los más jóvenes. El deseado rejuvenecimiento del sector, aunque hubiera estado bien gestionado –que en absoluto es así- es parco en estímulos objetivos y reales. Carece de aliento e impulso para los jóvenes que así lo quisieran. Los planes de incorporación de estas nuevas generaciones son claramente insuficientes, y en la práctica la propaganda de “sobra gente en el campo” sigue calando en las instituciones y en la sociedad. Craso error sin duda, pues dicen los sociólogos que cuanta menos ocupación haya en el sector primario más despoblamiento rural se producirá. El gran problema es que la falta de intensidad agrícola, la carencia de cultivos alternativos, los escasos salarios agrarios y la excesiva mecanización siguen desalojando la gente de la actividad agraria.

Cosechadora en la Campiña Sur
Pero, ¿y los precios de los bienes y productos agrarios?. Como se ha dicho antes, salvo el espejismo y desentono de 2007, ahora es aún peor. Hasta el punto que las organizaciones agrarias constantemente publican la bajada de rentas casi continuada en los dos últimos años. He aquí algunos ejemplos concretos:
PRODUCTO
PRECIO JUNIO-09
PRECIO JUNIO-08
UNIDAD
Trigo Blando
189,6
216,2
€/Tm
Cebada pienso
142,25
173,51
€/Tm
Maíz Grano
169,65
191,43
€/Tm
Aceite Oliva Virgen
177,95
200,55
€/100 Kg
Añojo canal
296,26
302,57
€/100 Kg
Bovino vivo
173,88
172,24
€/100 Kg
Corderos 12-19 kg
471,85
465,86
€/100 Kg
Porcino 50-55%
152,99
159,6
€/100 Kg
Pollo
147,54
154,9
€/100 Kg
Leche vaca, 2,7% MG
29,62
65,05
€/100 Kg

Estamos tocando fondo.
Pero esto no sería tan dramático si nuestros Ayuntamientos y la Administración Regional apoyaran e hicieran una verdadera política de fomento para el sector, pues parece que en el “fondo” no se quiera reconocer que desde el punto de vista territorial, social y económico esto va en caída libre. Lo que es más grave, se sigue sin apoyar y reconocer el papel de los agricultores y de las pequeñas y medianas explotaciones que son las que sustentan nuestros pueblos, mientras se llena la boca de “mejora de las estructuras”, "conservación del paisaje", “competencia y concentración”, … Todo es muy complejo, bien es cierto, pero está claro que la política económica agrícola y social han sido y son son erróneas, y a la vista están los resultados. ¿Qué aporta el latifundismo extremeño con menos empleo que nunca y unas buenas subvenciones sin modular?. ¿Y de las perspectivas de la UE en 2013?.
  
Para terminar este panorama tan desolador apunto unos temas claves de la situación. Todas confirman este pesimismo objetivo y forman un “suma y sigue” que abocarán en las acciones de paro en el sector con movilizaciones diversas -que ya se preparan para el mes próximo del 20 de noviembre de 2009- de denuncia de la situación del campo hispano.

·         Pérdida de 124.000 empleos a nivel nacional desde 2005,
·         Precios de productos generalizados a la baja y ventas a resultas en cooperativas,
·         Abandonos de explotaciones agrarias y cierres de granjas ganaderas,
·         Nula incorporación de jóvenes,
·         Fuertes recortes de la producción,
·         Incremento de los precios de los medios de producción del 34% desde 2003,
·         Caída libre hasta el 26% de los resultados de explotación,
·         Caída libre de las ventas de insumos (agroquímicos + carburantes) y maquinarias agrarias,
·         Bajada histórica –en los últimos quince años- de los precios de la tierra,
·         Dificultades con las entidades bancarias para conseguir financiación,
·        

Sería de ingenuos pensar que lo que vive el campo hoy se debe a los efectos de la crisis actual. Un ejemplo paradigmático: la cuota lechera asignada a España por la UE es deficitaria en un 30% respecto al consumo interior y a las necesidades reales. la cabaña bovina de leche de nuestros pueblos ha ido desapareciendo con los años, a la vez que sus vaqueros.

Agricultor pensando si le quedan márgenes
Qué más se puede decir frente a esta indefensión.

Juan E Mena Cabezas (27/10/09)
Ingeniero Téc. Agrícola y Biólogo. Concejal de IU de Llerena
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Esta tarde, viernes 1 de octubre, he asistido en TVE-2 a un programa, entre mis favoritos de la sobremesa y divulgativo/instructivo como el que más, que trata de la crisis de la ganadería de leche. Pero es más, ceñido a la cornisa cantábrica, allí donde los márgenes, la tradición y las condiciones agroalimentarias no pueden ser mejores, al menos comparadas con el resto de la geografía centro y surpeninsular. Viene al hilo del último párrafo del artículo periodístico arriba publicado

El programa se titula "VENDO UNA VACA LECHERA", documental de Elisabeth Anglarill, con imágenes de Juan Baño. Pueden acceder desde este enlace:


La realidad de los hechos viene a mostrar la dureza de los emrcados y la comercialización inhumana a la que estamos sometidos con los mercados globales. Ni las políticas son justas (¡!) ni las reacciones sociopopulares son las adecuadas ni proporcionadas (por ausentes) ante tanta agresión comercial que está controlada por 5 multinacionales de la leche y derivados.
¡Luego dicen que la Europa de los Pueblos!


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